En el presente capítulo analizaremos las capacidades que cada uno tiene o, mejor, las capacidades que cada uno creemos o decimos tener (nuestra opinión no siempre coincide con la realidad, hay veces que nos valoramos más y, quizá con mayor frecuencia, otras en las que nos valoramos menos de lo que realmente valemos). Por tanto, vamos a centramos en valorar nuestras capacidades, pensando en que las distintas opciones que se nos presenten al terminar la E.S.O. pueden requerir en mayor o menor medida unas u otras.

Conviene saber que las capacidades "nacen" y, sobre todo, "se hacen". Es decir, podemos nacer con una mayor o menor capacidad para determinadas cosas pero, si no desarrollamos dicha capacidad, de nada servirá. Así, la mayor parte de las personas (aunque no todas), tenemos capacidad (aptitud) para conducir un coche, aunque muchos no han desarrollado dicha capacidad (por ejemplo, porque no la han necesitado).

Además, la mayor parte de las capacidades se van desarrollando con la práctica, al menos hasta unos limites Siguiendo con el ejemplo anterior, es fácil entender que el que lleva un mes con el carnet de conducir seguramente tenga bastante menos desarrollada esta capacidad que el que lleva 10 años conduciendo. Por otra parte, un número importante de capacidades desciende a partir de una determinada edad (pensemos, por ejemplo, en la pérdida de reflejos).

Las capacidades de la persona son muchas y muy variadas Aquí sólo nos centraremos en algunas, pensando sobre todo en las que puedan incidir más directamente en las distintas alternativas que se presentan al acabar la E.S.O. (otras, que también pueden incidir, las damos por supuestas). Entre dichas capacidades destacaremos las siguientes:

  • Razonamiento: es la capacidad para resolver problemas lógicos, analizando la situación concreta, aplicando nuestros conocimientos, habilidades, etc. y estableciendo unas conclusiones
  • Aptitud verbal: capacidad para comprender y expresar mensajes de forma hablada y/o escrita, utilizando las palabras y construcciones gramaticales adecuadas.
  • Aptitud numérica: capacidad para realizar operaciones con números y aplicarlas de forma comprensiva en la resolución de problemas.
  • Aptitud espacial: capacidad para reconocer y manejar objetos en dos o tres dimensiones, diferenciando formas, tamaños, posiciones con el espacio, etc
  • Aptitud mecánica: capacidad para comprender e imaginar como funcionan las máquinas, así como la aplicación de dicha capacidad en el diseño y recomposición de las mismas
  • Aptitud física: capacidad para realizar actividades que requieran ejercicio físico a distintos niveles (movimiento, fuerza, agilidad, resistencia, etc.)
  • Creatividad: capacidad para ver las cosas de forma original (diferente a la mayoría de las personas) y producir ideas novedosas que sean de utilidad

Lógicamente estas no son las únicas capacidades que tenemos, existen otras muchas, algunas tan importantes o más que las aquí destacadas Algunas de estas capacidades que resultan fundamentales, como señalábamos con anterioridad, suponemos que las tendrás suficientemente desarrolladas (pensemos, por ejemplo, en la memoria, la percepción o capacidad para observar las cosas con detalle, etc.), si no fuera así o tienes dudas sobre las mismas, consulta a tu profesor o al orientador del centro.

Otras son menos generales y se requieren para actividades o profesiones muy concretas, aunque en las mismas son básicas (por ejemplo, capacidad para influir y persuadir), por lo que habrán de tenerse también en cuenta a la hora de elegir una opción concreta.

El análisis de nuestras aptitudes lo haremos tomando como punto de partida un cuestionario, en el que tienes que marcar, para cada una de las preguntas, si consideras que tu capacidad es "baja", "normal" o "alta". No hay que pensar mucho las respuestas. Si alguna de las preguntas no se entiende, pregunta a tu profesor. Insistimos, nuevamente, en la necesidad de contestar con sinceridad (recuerda que sino respondes sinceramente te estás engañando a ti mismo).

En esta sección pretendemos que medites sobre aquellas actividades que más te gustan de las distintas profesiones, para poder elegir bien que itinerario de bachillerato elegir. Recuerda la importancia de la sinceridad en tus elecciones, y también que este cuestionario y sus soluciones, son únicamente medios orientativos para ayudarte a tomar decisiones, pero nunca reflejan un 100% de tu realidad.

Para rellenar el cuestionario, otorga una puntuación a cada una de las actividades profesionales o de estudio que se te plantean de acuerdo con la siguiente escala:


1 : No me gusta nada
2 : No me gusta
3 : Me resulta indiferente
4 : Me gusta
5 : Me gusta mucho

A continuación vas a encontrar una serie de cuestiones relacionadas con el mundo de los estudiantes. Debes elegir una de las tres alternativas que figuran en cada cuestión (a, b, c), teniendo en cuenta la que mejor refleje o describa tu modo de ser o comportarte como alumno del Colegio.

La "disponibilidad para el estudio" es un aspecto fundamental a la hora de tomar una decisión sobre el hecho de seguir o no estudiando, siendo un factor determinante del éxito o fracaso que puedas tener en tus estudios posteriores. Este hábito, que se ha ido creando a lo largo de los años de escolaridad, fomenta, entre otras, conductas de eficacia (conciencia de haber realizado esfuerzos por conseguir algo y haberlo superado), capacidades de autocontrol (superación de obstáculos y dificultades) y capacidad de saber esperar (no buscar satisfacciones externas inmediatas).

Para analizar tu "disponibilidad para el estudio" te proponemos un cuestionario como punto de partida, en el que deberás responder "SÍ" en caso de estar de acuerdo con la afirmación planteada, es decir, si lo que se señala refleja lo que es tu situación concreta. Si no es así, deberás marcar la respuesta "NO". En los casos que te resulte prácticamente imposible decidirte entre el "SÍ" o el "NO", tienes la opción "?" pero, recuerda, esta opción deberás elegirla lo menos posible.

Conviene insistir en algunos aspectos relacionados con nuestra disponibilidad y actitud ante el estudio. Pretendemos, de esta forma, detectar algunos problemas que puedan haber existido en relación con el estudio para, a partir de ahí, intentar mejorar.

Para analizar tu actitud ante el estudio" te proponemos un cuestionario en el que deberás responder "SÍ" en caso de estar de acuerdo con la afirmación planteada, es decir, si lo que se señala refleja lo que es tu situación concreta. Si no es así, deberás marcar la respuesta "NO". En los casos que te resulte prácticamente imposible decidirte entre el "SÍ" o el "NO", tienes la opción "?" pero, recuerda, esta opción deberás elegirla lo menos posible.

 

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